JUAN MANUEL DE ROSAS
Era un estanciero de la provincia de Buenos Aires; y dueño de saladeros,
que eran establecimientos donde se preparaba charqui o carne salada. Era
también uno de los caudillos con más prestigio. En 1827, Rosas fue nombrado
comandante de campaña, es decir, jefe de las milicias encargadas de mantener el
orden en la zona rural bonaerense y de controlar la frontera con los indígenas.
En sus propiedades, Rosas imponía un estricto control y creía que podía imponer
el mismo en la sociedad. Los enfrentamientos entre unitarios y federales
creaban desorden y confusión. Además, durante estos conflictos el comercio se
paralizaba. Es por ello que, en 1829, la legislatura de Buenos Aires eligió a
Rosas como gobernador con facultades extraordinarias ya que pensaban que era el
hombre ideal para imponer el orden en la provincia. Esto significaba que Rosas
tenía el poder de dictar leyes para lograr la paz. Inmediatamente comenzó a
encarcelar a todos los unitarios que encontraba en sus tierras. En 1832, se
terminó el periodo de gobierno de Rosas, pero la legislatura lo designo para un
segundo periodo, en este caso sin facultades extraordinarias ya que la
provincia estaba pacificada, fue por esto que Rosas se negó a gobernar. Aun
contaba con el cargo de comandante de campaña y en 1833 obtuvo la autorización
para llevar a cabo una expedición militar al sur de Buenos Aires con el
objetivo de desplazar a los indígenas y, de este modo, incorporar nuevas
tierras para la producción ganadera. En 1835 la legislatura de Buenos Aires
nuevamente ofreció el cargo de gobernador a Rosas para que mantenga el orden.
Pero, ahora sí, le dieron mayores facultades, aún más que en el primer mandato,
le otorgaron el poder público, es decir, Rosas controlaba los poderes:
ejecutivo (administraba la provincia), legislativo 8sancionaba leyes) y
judicial (juzgaba a las personas). Este segundo gobierno duro 17 años, entre
1835 y 1852. Durante este tiempo estaba prohibido criticarlo a él o a su
gobierno, creo una organización policial la Mazorca. La gente que no apoyaba a
su gobierno, entre ellos muchos unitarios, huyeron a Chile o Uruguay y las
personas que salían a la calle eran obligadas a usar la divisa punzó, una cinta
que representaba a los federales. Entre 1830 y 1861 las provincias le cedieron
a Rosas el manejo de las relaciones exteriores. No tenía muchas intenciones de
organizar el país, defendía los intereses de su provincia ya que si el país se
organizaba con una constitución Buenos Aires debería repartir sus ingresos con
las demás provincias. Esto no le agradaba al gobernador de Entre Ríos, Justo
José de Urquiza quien formo un ejército con fuerzas entrerrianas, correntinas
y, en menor medida, con tropas brasileñas y uruguayas. Este ejercito venció al
de Rosas en la batalla de caseros en 1852. Con Rosas derrotado Urquiza organizo
una reunión con los gobernadores de las provincias. Allí se acordó la
realización de un congreso en Santa Fe para dictar una constitución que
organice el país. El 1° de mayo de 1853 el congreso federal sanciono la
constitución de la nación Argentina y en 1854 Urquiza fue elegido presidente.
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